Arregla tú mismo una fuga en el grifo

Lo más seguro que hayas tenido alguna vez en tu casa un grifo que estaba goteando y has necesitado llamar a un fontanero para arreglarlo y consecuentemente, tener que pagar por ello. Pero a partir de este momento, este trabajo vas a poder hacerlo tú mismo si sigues algunos consejos que te vamos a dar en fontaneria Acacias.

Lo primero que tendrás que hacer es conocer cuál es el origen de este problema. Normalmente se debe a la junta de cierre por lo que no será necesario que llames a un profesional. Lo que vas a necesitar son varias llaves inglesas de diferentes tamaños y unas pinzas nuevas. Para esto último lo mejor es acercarte a la ferretería una vez hayas quitado las viejas para que te asesoren sobre cuáles son las adecuadas para tu avería.

Cuando vayas a comenzar a hacer el arreglo, lo primero que tienes que hacer es cerrar la llave de paso. Antes de sustituir ninguna pieza, ajusta tornillos ya que algunas veces la fuga pueda deberse a que se hayan aflojado algunos. Si el problema continua, lo más seguro es que sea a causa de la junta, aunque la parte inferior del grifo, también conocida como zapata, puede ser la causante, con lo que habría que cambiarla. Como puedes ver, lo principal para cambiar un grifo es saber cuál es el origen del problema, ya que el resto es muy sencillo y podrás ahorrarte bastante dinero.

Cal en los grifos

Otro problema bastante frecuente en un grifo es un atasco debido a la cal. Si has dejado que pase mucho tiempo, lo más seguro es que ya no se pueda arreglar y tengas que cambiar todo el grifo, pero si no, puedes arreglarlo tú mismo. Para ello solo tienes que sacar la rejilla que los grifos suelen tener para ir atrapando todas las impurezas que transporta el agua, y limpiarla bien para que se vuelva a recuperar toda la presión.

Para retirarla usa una llave inglesa y colócala bajo el chorro del agua. Si no lleva mucho tiempo acumulándose la cal, es bastante posible que de esta manera desaparezca. Si no es así, puedes optar por usar una aguja para ir limpiando los orificios. Cuando esté completamente limpia, vuelve a poner en su sito la rejilla con ayuda de la llave inglesa.